Como profesionales de los productos barnizados y lacados en Tarancón queremos aprovechar esta publicación para hablarte de uno de los procedimientos más utilizados en carpintería: el lacado.

Hay ocasiones en las que los zócalos y las molduras de una habitación están lacados en blanco. El cliente puede querer unificar los diferentes elementos de madera y es ahí donde hay que lacar también la cara interior de la puerta. En Lacados Valdivia te recordamos que lo primero será retirar la manilla y las bisagras de la puerta para trabajar más cómodamente. Es importante proteger los cantos de la puerta con cinta de carrocero porque esta parte no irá lacada. El siguiente paso será lijar la superficie sobre la que vayamos a trabajar. Usaremos la lijadora y una hoja de grano fino. Después quitaremos con mucho cuidado todo el polvo que se haya podido generar al lijar. Tras dar una mano de imprimación y dejarla secar, aplicaremos con un rodillo un esmalte laca satinado de poliuretano con teflón. Este esmalte se usa mucho para el pintado y la restauración de la madera y metal tanto en exteriores como en interiores. Para dotar a la superficie de mayor resistencia y dureza daremos dos manos de este producto. Es importante que dejemos secar bien una capa antes de aplicar la siguiente. 

Cuando hayamos acabado el trabajo, colocaremos la manilla en su posición original y colocaremos la puerta en el hueco en cuestión, cuyas jambas también habremos lacado en el mismo color. Como ves, lacadas, las puertas barnizados y lacados en Tarancón conformarán un conjunto mucho más armónico.

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